sábado, 24 de abril de 2010

Carta a los jueces

Estimados guardianes del estado de Derecho:

En una encuesta que se hizo al gremio de los jueces, se les preguntó por las principales amenazas a la independencia judicial. El 77% de ustedes señaló a los medios de comunicación, y sólo el 11.2% señaló al crimen organizado como principal amenaza para su independencia.

¡Qué raro es esto! Que yo sepa, lo que pueden hacer los medios es criticar a los jueces, acusarlos de corrupción o negligencia, denunciar fallos equivocados. Pero no sé de ningún caso donde los medios han comprado jueces, asesinado jueces, amenazado de muerte a jueces, como con cierta frecuencia hace el crimen organizado. También he escuchado de indebida influencia a los jueces, mediante presiones o sobornos, de parte de partidos políticos, empresarios, funcionarios o incluso presidentes de la República. Pero nunca de parte de medios.

Los medios, los periodistas, los columnistas, nos podemos equivocar o extralimitar en nuestras críticas. Y los jueces, en estos casos, tienen todo el derecho de defenderse públicamente. Crítica y contracrítica – esa es la esencia de la relación entre medios de comunicación y el Estado, trátese de presidentes, ministros, diputados, alcaldes o jueces.

¿De qué forma la crítica pública en los medios pone en peligro la independencia de los jueces? ¿Cómo con puras palabras, aunque sean equivocadas, podemos los periodistas atentar contra el principio constitucional de la independencia de los jueces?

¿O simplemente a algunos jueces no les gusta que en los medios los observan, los monitorean, los critican? ¿Estarán cerrando filas el 77% de los jueces con la jueza de menores que multó a La Prensa Gráfica porque publicó la foto y el nombre de un asesino? Si es así, si los jueces funcionan como gremio defendiéndose mutuamente, a lo mejor sí está en peligro la independencia judicial.

Saludos, Paolo Lüers

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viernes, 23 de abril de 2010

El Imposible es otra vez área natural protegida.

Celebramos el 40 aniversario del día de la tierra, como todos los años, nos da para poder reflexionar sobre la conservación del medio ambiente. En El Salvador, aunque algunos digan que todo va mal, yo soy de los que creo que siempre avanzamos de a poco, pero avanzamos. El Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN) avanza más lento que todos, pero también avanza.

Me enteré por la página web del MARN que por fin el Parque Nacional El Imposible ya es área natural protegida. Nuestro gran buque insignia, a la parte del últimamente controvertido Parque Nacional Montecristo, ha estado cinco años sin declaratoria; mientras pasaba este tiempo, aunque seguía siendo tierra estatal, no contaba con el estatus que le corresponde.

En el año 2005, se aprobó la ley de áreas naturales protegidas, el tan laborioso y complicado Decreto 579. En el se incluyó en el artículo 71 varias derogatorias a la Ley Forestal, estas daban soporte legal a los decretos de creación vigentes a la fecha, dentro de los cuales estaba el Parque Nacional El Imposible. Por tanto había que formular un nuevo decreto de establecimiento. La ley fue publicada en el diario oficial en 15 de febrero de 2005. Ahora cinco años después el MARN nos informa que por fin lo hizo. Gracias.

La publicación de portada del nuevo portal del MARN aparece una nota en la que, entre otras cosas, se decretan áreas protegidas a San Benito 1 y 2 (que por cierto supongo que habrán querido decir Ahuachapán y no Metapán) y Hacienda El Imposible. Esto es lo que todos nosotros conocemos como el Parque Nacional El Imposible. Se incluyen también en la lista otras áreas, lo cual me alegra, vamos llegando a las 70 y cerca del 1% del territorio nacional. Todavía estamos muy lejos del 25% de Costa Rica o del 30% de Guatemala. Pero vamos avanzando.

En el Parque Nacional El Imposible se han venido haciendo esfuerzos de conservación desde hace muchos años, a los grandes esfuerzos hechos por el Dr. Francisco Serrano o Alfonso Sermeño, se le sumó la decidida participación de SalvaNATURA. En 1989, fue declarado como área protegida por primera vez y en 1991 se le delegó la gestión a SalvaNATURA. Desde entonces el parque ha pasado por sus más y sus menos, pero sin lugar a da dudas ha sido pionero en la conservación en El Salvador. Llevando la gestión del parque a estar siempre entre los mejor evaluados del país.

Se han hecho esfuerzos considerables para tener planes de manejo vigentes, para mejorar la relación del parque con sus vecinos, para delimitar y amojonar adecuadamente el parque. Por suerte ahora también ya tendrá el peso legal adecuado. Superando por fin una de las mayores vulnerabilidades que ha tenido en los tiempos recientes. Se dice fácil, pero cinco años es una eternidad. Por suerte logran mantener el secreto, el parque no era parque.

Celebro que se unan a la fiesta y que al fin llegue la parte legal. Ahora tal vez podamos comenzar a discutir el papel de los pobladores dentro de áreas protegidas o el manejo de los recursos costero marinos. Tal vez ahora si le entremos con más ganas al tema del manejo de las áreas naturales marinas, tal vez ahora que ya nos estamos poniendo al día podamos pensar que hacer con el tema de manejo de áreas protegidas privadas. Espero que estos temas no se tarden cinco años.

jueves, 22 de abril de 2010

Columna transversal: ¿La última ofensiva?

“15/03/09, La Última Ofensiva” , así se llama el documental de dos españoles (uno de ellos, mi amigo y colega José Luis Sanz, vive y en El Salvador) sobre la llegada del FMLN al poder. Hay que decirlo así, porque no es simplemente una película sobre las elecciones del 2009, ni tampoco sobre la llegada al poder de Mauricio Funes. La película busca las raíces del triunfo electoral de la izquierda en la guerra civil de los 80. Viéndolo así, el protagonista de la película (y de la ‘última ofensiva’ que al final de tantas luchas saca a la derecha del poder) no es Mauricio Funes. Es el FMLN. Funes es un personaje periférico de la historia que cuenta esta película. Funes, en esta película, es una cara en un afiche más que un personaje con propia personalidad política. No existe aparte del FMLN. Confeso que eso es lo que más me gusta de la película.

Desde la perspectiva del momento actual, cuando todo el mundo está tratando de entender las contradicciones entre el presidente Funes y el FMLN, eso parece extraño, parece una imagen mal enfocada. Pero ojo: Lo más probable es que desde una perspectiva más histórica, en unos cuantos años, este enfoque será el más acertado.

Esto es la mayor virtud de esta película: una vista desde la distancia.

Me encanta que estos dos observadores críticos, durante toda su película, logren mantenerse a una envidiable distancia fría de las pasiones que retratan. Pero lo que más aplaudo es que este documental, cuando todos (incluyendo la oposición y la masa crítica del país) están obsesionados con descifrar la figura del presidente, vuelve a enfocar bien la imagen borrosa - y vuelve a aparecer, en el fondo, el conflicto histórico entre el FMLN y el resto de la sociedad.

Yo estoy de acuerdo: Cuando se baje el polvo y desaparezca el juego fantasmagórico de los dos personajes que ahora distorsionan el debate político pretendiendo representar fuerzas nuevas (el ex-presidente Saca y su sucesor Funes), el país seguirá viviendo el conflicto entre un FMLN que quiere cambiar el sistema y una amalgama de fuerzas que quieren defenderlo.

En este sentido, el título ‘La última ofensiva’ parece correcto, en cuanto a ‘ofensiva’. En cuanto a ‘final’, no. Parecen tener razón los documentalistas, quienes en su web-site interpretan las elecciones del 15 de marzo de 2009 “como la última batalla, la gran batalla...” O en palabras aún más claras de Héctor Silva (hijo), en aquel entonces editor de La Prensa Gráfica, uno de los personajes que más cita la película: “Es la gran batalla electoral entre la derecha y la izquierda salvadoreña, representados por los dos partidos políticos que la guerra parió y que hoy van al enfrentamiento final” (cita del press-kit en la página Web de la película).

De acuerdo, es un logro de esta película documental poner en evidencia que la campaña electoral del 2009 fue una ofensiva más del FMLN, un batalla más, un enfrentamiento más entre FMLN y ARENA.

Momento, no tan rápido: Aunque es cierto que se trató de una ofensiva y de una batalla más del FMLN (los militantes del Frente también lo entendieron y expresaron así, incluso en la misma película), ¿quién dice que era la ofensiva “final”? ¿Y es realmente esta batalla electoral del 2009 la prolongación de la guerra? ¿O incluso el desenlace final de la guerra?

Cuidado con estas asunciones. La película, por cierto, no saca estas conclusiones, pero de alguna manera las sugiere.

La historia de El Salvador no es tan lineal. La política, las divisiones, las polarizaciones de los 18 años de post-guerra tienen que ver con la guerra, pero no son su simple prolongación. Los actores tienen raíces en la guerra, pero no son los mismos. El FMLN de hoy no es el mismo Frente plural que firmó la paz. La derecha que se enfrentó al FMLN en el 2009 no es la derecha que fue parte beligerante en la guerra.

En ambos lados hubo continuidades y rupturas. Partes de la derecha de la guerra, hoy están con el Frente (por ejemplo, gran parte de la base social del PDC de Duarte). Buenas partes de lo que era la izquierda en la guerra, hoy están opuestas al FMLN.

Interpretar las elecciones del 2009 como la batalla retrospectivamente decisiva de la guerra, sería una falacia. La guerra terminó y nadie la ganó. Quererla ganar retrospectivamente va en contra de la lógica de la paz. Algunos lo quieren entender así, y por eso están proponiendo, por ejemplo, anular la amnistía, como si ahora, al fin, hubiera vencedor que pueda enjuiciar a los vencidos.

Esta es una de las maneras como puede malentenderse el título de esta película. La otra es la palabra ‘final’. No hay ofensivas ni batallas finales. Ni mucho menos triunfos finales. Habrá otras ofensivas del FMLN. Ya declaran que en el 2014 se trata de conquistar el poder para el proyecto revolucionario.

Y contra este proyecto habrán contraofensivas de la derecha, del centro, incluso de la izquierda democrática. Pero igual que en la campaña electoral del 2009, no se se tratará de la prolongación de la guerra. La guerra, eso hay que dejarlo más claro que la película lograra hacerlo, terminó en 1992. No en el 2009 con una victoria retrospectiva del Frente. Lo que estamos librando son batallas políticas en un país que ha conquistado la normalidad. Aunque parezca aburrido, desde el 1992 somos un país normal. Con oposición. Con división de poderes. Y a partir del 2009, con alternancia.

Que nadie me interprete mal. No estoy criticando la película. Sólo la agarro como insumo para una discusión importante. La película me gusta. Es un aporte importante a la racionalidad política. El título “La ofensiva final”, sin embargo, da para interpretaciones peligrosas.

Posdata: Hubiera sido bueno que la película hubiera dada crédito a las fuentes de las imágenes de guerra que se usaron, entre otros al Sistema Radio Venceremos.

(El Diario de Hoy)

Carta a Don Ramón

Estimado Don Ramón:

ahora que te destapaste, ya sabemos lo que hay detrás de tu cara que tiene semanas de aparecer por todos lados: un montón de ciudadanos hartos de la violencia.

Yo me uno. Ustedes hicieron una gran bulla con las mantas que pusieron para que todos las veamos – y lo mínimo que podemos hacer los escritores y los medios es hacerles eco. Aumentar la bulla.

Los que tenemos peso en la opinión de la gente (los alcaldes, los religiosos, los artistas, los deportistas, los periodistas..), lo mínimo que podemos hacer es decir: Yo también soy Don Ramón.

Ustedes publicaron un manifiesto que tiene una frase linda: “Estamos dispuestos a retomar lo que nos pertenece: los barrios, las comunidades, los cantones, las escuelas y también nuestra voz para ser escuchados.”

Yo pongo mi firma debajo de esta frase. Todos deberíamos firmarla. Quiero citar otra frase del Manifiesto de Don Ramón: “Nuestro miedo, nuestro silencio, nuestra pasividad son cómplices del régimen de los delincuentes...”

Duele leer esta frase. Porque es la verdad, y a veces la verdad duele escucharla.

Admiro el valor de los jóvenes que a medianoche se subieron a una edificio en pleno centro para poner una manta que dice: “Yo no me deje rentear.”

No dejemos solos a estos jóvenes que rompieron el silencio. Hablemos. Con la frente en alto. Todos somos Don Ramón.

Un abrazo, Paolo Lüers

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martes, 20 de abril de 2010

Manifiesto DON RAMON SOMOS TODOS


Este martes 20 de abril varios monumentos, edificios y puentes de esta capital amanecen intervenidos por mantas gigantes que dicen: ¡YO NO ME DEJO RENTEAR!

Es hora de perder el miedo y retomar nuestras vidas.

Estamos hartos de sentirnos impotentes ante la violencia y el chantaje que ha convertido a nuestros barrios, cantones, parques y escuelas en zonas fuera de la ley, sin alegría, sin convivencia armónica.

Esto no puede seguir así. Nuestro miedo, nuestro silencio, nuestra pasividad son cómplices del régimen de los delincuentes. No podemos esperar que el Estado resuelva lo que nosotros no estamos dispuestos a enfrentar con la frente en alto.

Por eso, un grupo de ciudadanos hartos de nuestra impotencia hemos adoptado la figura de Don Ramón para expresar que estamos dispuestos a retomar lo que nos pertenece: los barrios, las comunidades, los cantones, las escuelas y también nuestra voz para ser escuchados.

El nuestro es un llamado al coraje civil y a la responsabilidad con nuestras comunidades. No se trata de responder a la violencia con más violencia. Se trata de que los salvadoreños recuperemos lo que es nuestro, que la mara vuelva a significar nuestro círculo de amigos, que el respeto vuelva a ser una cosa que se gana con trabajo y decencia, nunca con amenazas y violencia, que ‘el barrio’ vuelva a ser un lugar de convivencia y alegría y no un territorio en disputa entre pandillas.

El nuestro es un llamado a superar el miedo. Ya no podemos permitir que el miedo nos paralice. Hay que levantar la voz y mostrar que nosotros, la gente decente, somos más y más fuertes. La cara de Don Ramón se ha propagado en la ciudad tan rápidamente porque es símbolo de esta mayoría que está harta de quedarse callada.

Don Ramón sólo es una cara que adoptamos para expresar que estamos hartos y que como individuos estamos dispuestos a tomar responsabilidad por nuestras familias, por nuestras comunidades, por nuestro El Salvador. Detrás de esta campaña no está un partido o una Iglesia o un ministerio. Don Ramón somos todos.

Aún cuando las mantas de Don Ramón ya no estén en los puentes y monumentos, el mensaje no desaparecerá. Ya pegó a los salvadoreños en su corazón y consciencia: ¡Todos estamos hartos, pero podemos decidirnos a tomar acción, y seremos fuertes si actuamos juntos! No alimentaremos nosotros mismos la violencia que nos está consumiendo. Todos debemos comprometernos a tomar acción para recuperar lo nuestro. Por eso Don Ramón exclama: ¡ESTOY HARTO! ¡YA NO ME DEJO RENTEAR!

Hacemos el llamado de reproducir, cada uno como pueda, este mensaje donde vive, trabaja o estudia. SOMOS MÁS y somos más creativos.

San Salvador, 20 de abril de 2010

Iniciativa Ciudadana Don Ramón

Convocatoria:

Todos los que somos Don Ramón nos encontraremos el DOMINGO 25 de abril, a las 10 AM, debajo de la Chulona. Se repartirán 1000 camisetas y 10 mil calcomanías. Nos acompañarán varios alcaldes y otras personalidades del país.


(página Facebook de Don Ramón)

¿Estamos rompiendo con Europa?

Un día de estos me pegaron un gran susto. Vino un amigo y me dijo: “¿Ya te diste cuenta que El Salvador no tiene ningún embajador en todo Europa?”

“No puede ser”, contesté, siempre incrédulo, “¿para qué harían semejante cosa?”

“Qué sé yo”, me dijo mi amigo”, talvez para dejar claro que ahora somos plenamente independientes y tenemos otras prioridades, como por ejemplo Trinidad Tobago o la India, para no decir Cuba...”

Esta misma noche comencé a averiguar. Mandé una nota a un amigo que trabaja en cancillería para pedirle datos sobre los embajadores en Europa. Pero de inmediato, me metí a la página Web de la cancillería salvadoreña, donde hay un listado de embajadas con todo y titulares.

A primera vista, este listado oficial me calmó los nervios. Ninguna de las embajadas nuestras en Europa aparecía vacante. Todos tienen embajadores con nombre y apellido. Pero a segundo vista, detecté que en la pagina Web oficial de nuestra cancillería aparecen, como ‘titulares’ en varias embajadas importantes, personas que a mi me consta que tienen meses de no ser embajadores. En Paris, según cancillería, despacha como embajador mi amigo Joaquín Rodezno, a quien me lo encuentro todos los fines de semana caminando felizmente en shorts por Suchitoto, donde vive y trabaja desde hace nueve meses. En Londres, según cancillería, sigue despachando como embajador el hermano de Rodrigo Ávila, y en Madrid don Borgo Bustamante. Ambos tienen meses de haber regresado al país.

En otras embajadas también aparecen los nombres de los mismos funcionarios que han estado representándonos en el gobierno de Saca. ¿Cómo confiar en esta información, si en el caso de Londres, Madrid y Paris era mentira?

En eso me llegó la respuesta de mi amigo que trabaja en cancillería. Me informó que de hecho hay un ‘gran desmadre’ y muchos retrasos en los nombramientos de los embajadores. Y además, me dijo mi amigo, “una total falta de información pública”. La única información nueva que me pudo dar es que ya hay varios nombramientos de embajadores nuevos: Manuel Gutiérrez, en Austria; Francisco Galindo Veles, en Francia; Edgar Varela, en Bélgica; y Edgardo Suárez, en España...

Voy nuevamente a la página Web oficial de cancillería. Correcto, ahí aparece un señor Edgar Varela, pero como embajador en Holanda. Lo mandó ahí el presidente Saca y, según la página Web oficial, aún despacha en Holanda. Puede ser que ahora lo hayan nombrado embajador en Bruselas. Pero entonces, queda vacante Holanda.

Lo mismo con el embajador Edgardo Suárez, quien ha sido el embajador de Saca en Alemania. Si es cierto que lo han nombrado embajador en Madrid, ¿porqué todavía aparece en el pagina Web oficial Borgo Bustamante, quien tiene meses de no ser embajador? ¿Y quién diablos va para Alemania? No puede ser que dejen a mi otra patria sin embajador...

También en la lista que me mandó mi amigo aparece un nuevo embajador en Austria, de nombre Manuel Gutiérrez. Sin embargo, en la información que cancillería da al mundo mediante su página Web, sigue despachando en Viena la embajadora Vanessa Eugenia Interiano. ¿A quién creer? Ojala que a los respectivos gobiernos europeos les hayan informado quienes son y quienes no son embajadores de El Salvador...

Parece que el único embajador que es de verdad, es el que nos represente en Italia. Se llama José Roberto Andino Salazar y en Internet aparecen declaraciones de él como embajador tan recientes como en abril 2010.

Pero no hay manera de saber quién representa al gobierno del presidente Funes en Londres, Berlin, La Haya, Bruselas, Viena, Ginebra, Estocolmo. Este vacío incluye nuestra representación ante los importantes organismos internacionales que tienen sus sedes en Bruselas, Viena o Ginebra. Y también incluye a docenas de países europeos que son atendidos desde las embajadas que resultan vacantes. Países tan importantes como Rusia o la República Checa.

Si además tomamos en cuenta las docenas de funcionarios, técnicos y expertos en comercio internacional u organismos internacionales quienes han sido despedidos por el gobierno Funes en las mismas embajadas europeas, entonces estas representaciones quedaron doblemente acéfalas.

¿Cómo explicar todo esto? No puedo ni imaginarme una explicación que justifique este abandono de nuestra diplomacia en el viejo continente. ¿Les faltan cuadros que quieren trabajar para este gobierno? ¿Tiene la culpa el pleito entre presidencia y partido sobre cargos en el exterior? ¿Han definido otras prioridades? No sabremos mientras no haya transparencia.

(El Diario de Hoy)

Carta a Gaspar Portillo, diputado del FMLN

Estimado diputado:

Usted se tomó la molestia de explicar a la prensa que cualquier motorista será multado cuando lo agarran manejando mientras hable por teléfono, beba agua, si enciende un cigarro, coma pan dulce... A menos que logre hacer cualquiera de esas cosas sin quitar las manos del volante. Lo que no es tan fácil...

Por el caso que alguien tenga dudas, Usted señaló que también queda prohibido rasurarse mientras maneje. Me pregunto: ¿Qué van a hacer los miles de hombres que cada mañana, en el camino al trabajo, se rasuran o se arreglan la corbata?

Me entra la terrible duda: Si toda esta ley es para no usar las manos para ninguna cosa que no sea manejar, ¿me puedo rascar la espalda sin que me multen? ¿O sacarme el moco de la nariz? Es que no siempre tengo un copiloto/a que esté dispuesto/a de satisfacerme estas necesidades urgentes.

Ni hablar de otras necesidades...

Dígame, diputado, ¿estas disposiciones son parte de la Ley de Tránsito o de una nueva Reforma Fiscal para financiar el gasto público?

En serio, está bien prohibir el uso de celulares a los motoristas, pero me aterra un Estado que quiere controlar si fumo, bebo agua o le agarro la mano a mi esposa mientras manejo. Es una pesadilla imaginarse las discusiones con los policías que tendrán que multarnos por estas ‘infracciones’.

No nos chinguen la vida, diputado. No hagan leyes que nadie va a obedecer porque van contra la razón común. Hagan leyes que tengan sentido.

El motorista infractor Paolo Lüers

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