sábado, 7 de abril de 2012

Carta a Pedro Alberto Salazar

Estimado señor:

espero que todavía esté vivo cuando salga esta carta. El domingo de ramos le pegaron 3 balazos, uno de ellos en la cabeza. Y desde entonces está en el Hospital Nacional de Santa Ana esperando que terminen las vacaciones, a ver si hay un neurocirujano que le pueda sacar el plomo que hoy tiene 6 días de estar su cabeza.

A me parece imposible creer que el sistema de salud entero esté de vacaciones y que no exista en el país ni un cirujano capaz de operar en Semana Santa a un ciudadano salvadoreño que tuvo la mala suerte de estar en el lugar equivocado en el momento cuando unos maleantes se liaron a tiros.

Momento equivocado además porque le pasó en Semana Santa, cuando todos están de vacaciones, incluyendo los médicos especialistas. Por lo menos esto es lo que dijeron a sus incrédulos familiares en el Hospital Nacional de Santa Ana.

Puedo imaginarme que tuvo razón aquel médico en Santa Ana que dijo a sus familiares que era imposible trasladarlo a otro hospital. Traslados pueden ser mortales. ¿Pero por qué no trasladaron a los médicos especialistas a Santa Ana? Tiene que haber algún neurocirujano que no esté de vacaciones o que se pueda llamar aunque esté en la playa. ¿Por qué no se hizo esto?

Ojala que usted sobreviva para hacer estas preguntas personalmente al director del Hospital cuando regrese de sus vacaciones, o a la ministra de Salud. Me encantaría escuchar las respuestas.

Mientras tanto, Pedro Alberto, te deseo que sobrevivas los dos atentados contra tu vida: el de los delincuentes que te pegaron los balazos, y el otro de la negligencia del Estado que te niega asistencia porque está de vacaciones. Los culpables del primer atentado tal vez nunca las puedes identificar y demandar. Los culpables del segundo atentado contra tu vida, en cambio, no se pueden esconder.

Ojala tengas la fuerza de sobrevivir.

Paolo Lüers

Ojala que mi información sea incompleta o desfasada y que ya le hayan operado. Y que esté bien.
(Más!/EDH)

jueves, 5 de abril de 2012

Carta a Paolo Lüers

Hace un par de días Romeo Lemos, estimado colega que luego de un tiempo en el aparato de comunicación del gobierno Funes regresó al periodismo, me mandó un mensaje en twitter:

@romeolemusAM: Paolo Luers que se mande una carta a él mismo ya que es el único que parece hacer bien las cosas.jajaja

Gracias, Romeo, por esta excelente idea. Aquí la carta a mi mismo, compuesta por una selección de los comentarios que recibo en twitter de parte de él y otros amigos del debate franco, de la tolerancia y de la libertad de expresión.

Estimado Paolo!

@TheAvengersLA: Desde hace años que odio al hijueputa de Paolo Luers, si algun dia me lo encuentro lo pateare sin consideración alguna.

@_Brozo: @paololuers no joda, traficante de armas.

@Ninbenitez: @paololuers Si a usted, no le gusta como es gobernado el pais, pues larguese para alemania y hable halla, y deje El Salvador en paz!!!

@LoDijesv: A @paololuers le gusta que le paguen por escribir sus zandeces! No te preocupes @romeolemus estamos contigo!

@_Brozo: Estos son un tridente que recibe pistillo @paololuers @marvingaleas @alvarocruz

@W1LL14m_N4v4rro: @paololuers ese sarcasmo no le va don paolo... usted es como el ricardo arjona de los que opinan sobre política en el país..

@TheAvengersLA: @paololuers necesitamos gente que proponga ideas para sacar adelante al pais, no ancianos cuyo alzheimer aumenta su estupidez.

@romeolemusAM: Por què no ponen a @paololuers de Ministro de Seguridad magistrado Fiscal etc sabe de todo y de paso que haga entrevistas

@Fidiasnunez: @paololuers No me digás mi estimado tabernero prepago que hoy también los pandilleros te dan limosna para que los adulés

@mitozelaya: @paololuers Esas sus cartas apestan mas que ese tamal, la redacción peor q la de los mareros,

@romeolemusAM: Paolo Luers, no ve nada positivo en este país. Es decir criticar por criticar.

@TheAvengersLA: Si ustedes permiten que un extranjero llegue a decirles como hacer las cosas, es muy su problema, pero a mi que no me jodan!

@Ninbenitez: @paololuers La ironía y él sacarsmo con él que paolo hace comentarios. No es más que la muestra de la mediocridad ypco resp.

@Erick_Rivera80: @paololuers Está mejor escrito el supuesto comunicado (de las pandillas) que la nota sin sentido que publicó hoy este Paolito.


Sólo puedo agregar, ¿por qué estás escribiendo cosas que alteran y enojan a estos salvadoreños pacíficos, inteligentes y tolerantes. Es tu propia culpa, Paolo, que te insulten e incluso llegan al colmo de compararte con Ricardo Arjona.

No sea así, don Paolo.

Saludos, Paolo Lüers
(Más!)

Columna transversal: Alarma desactivada

Como el tema que voy a tratar es una especie de campo minado, voy a definir bien adónde estoy parado. Cualquier amenaza contra la vida, la integridad física de periodistas y su derecho de hacer su trabajo es un atentado contra la libertad de expresión y su hermana gemela, el libre ejercicio de nuestra profesión periodística. Hay que confrontar esta amenaza, independientemente del grado de coincidencia o contradicción política o profesional con el colega amenazado. Punto.

Vaya, habiendo dicho esto, entremos al campo minado.

El día viernes 16 de marzo asistí a un desayuno que el ministro de Justicia y Seguridad, David Munguía Payés, había convocado con directores de medios y editores para reaccionar a notas publicadas por El Faro y El Diario de Hoy, sobre el traslado de 30 cabecillas de pandillas del penal de máxima seguridad de Zacatecoluca a cárceles de menor aislamiento. El Faro además había informado que detrás de este traslado existía una negociación del Gobierno con las dos pandillas, en la cual ellas se comprometían a bajar la tasa de homicidios y el Gobierno a pagar dinero a las familias de los cabecillas.

En esta reunión el ministro hizo un comentario poco feliz y aclaró que esta información, según él falsa, podía causar violencia dentro de las pandillas y también poner en riesgo al mismo Faro y sus periodistas. Digo poco feliz porque lo correcto hubiera sido informar de esta preocupación directamente a El Faro en vez de mencionarla en una reunión, a la cual además había decidido no invitar a este medio.

Y poco claro porque no explicó si lo del potencial riesgo para los colegas era una deducción de él o si había indicios concretos para su existencia.

Al regresar de esta reunión, decidí hacer llegar al ministro, de manera privada, mi observación sobre el mal manejo que había dado a esta problemática. No sólo la relacionada con El Faro, sino de todo este tema de los traslados y de la baja de la tasa de homicidios. Para hacerle llegar este mensaje al ministro, decidí hablar a un amigo común: Raúl Mijango. En este momento no tenia la más mínima idea que Mijango estaba metido en esta historia, sólo sabía que es amigo cercano de David Munguía Payés. Le hablé por teléfono y le digo: "Tu amigo la está cagando..."

Horas después estamos sentados juntos en La Ventana y me dice: Ya hablé con David y hemos decidido que mejor te contamos toda la historia, con una condición: No la puedes difundir hasta el miércoles de la semana que viene. Júrame esto, porque si sale antes, nos cagamos en todo el proceso...
¿Cuál proceso?, le pregunto. Y Raúl me dice: "Es que es paja lo que dice El Faro: no hay negociación entre el Gobierno y las pandillas. Lo que sí hay es una negociación entre las pandillas de cesar la guerra entre ellos, y yo soy, junto a monseñor Colindres, el negociador...

Y me cuenta toda la historia, del inicio al fin, que el país conocerá en los días siguientes y que está resumida en la excelente entrevista a Raúl Mijango, que El Faro publicará el lunes 2 de abril.
Al terminar la historia, le digo a Raúl: Ok, entiendo que esto no se puede difundir antes de que ustedes tengan luz verde desde adentro de las cárceles. Hay que hacerlo luego de que monseñor y vos lo revelen, pero para verificar todo esto, yo necesito hablar con los líderes de las pandillas en Ciudad Barrios y Cojutepeque. Y así se hizo. Era la única forma de difundir el comunicado de la pandillas: confrontarlo con los autores.

Pero regresemos a aquel día viernes 16 de marzo, cuando 25 periodistas de alto nivel tuvieron enfrente al ministro de Justicia y Seguridad... y no le creyeron nada, porque era obvio que algo importante estaba pasando, pero que el Gobierno no quería divulgar.

Pocas horas después de este desayuno, en el cual el manejo informativo del ministro dejó mucho qué desear, Carlos Dada publicó un mensaje en twitter: "En reunión con jefes de medios a la que no invitó a El Faro, el Gral. Payés dijo que le preocupaba la seguridad de El Faro y recordó a Poveda".

Quien haya sido el colega que informó a Carlos Dada de esta manera, lo hizo con intención de echarle leña al fuego del ya planteado conflicto entre El Faro y el ministro. Porque simplemente no fue esto lo que David Munguía Payés dijo, y de esto hay 25 testigos, entre ellos los directores de varios medios de comunicación.

Por esto, al sólo ver el tweet de Dada y su eco inmediato en el mundo digital, inmediatamente le contesté, también en twitter: "@CarlosDada Estás mal informado. No lo dijo así. Eran dos contextos diferentes. Pregunte a Nacho u otros que estuvieron".

Porque el ministro había hablado de El Faro en la forma que arriba mencioné, y media hora después, en un contexto totalmente diferente que nada tuvo qué ver con El Faro, mencionó el asesinato de Poveda. Si el ministro hubiera dado un mensaje como el referido en el tweet de Carlos Dada, yo me hubiera levantado en protesta y salido de la sala. Porque el periodista Christián Poveda fue asesinado por pandilleros de la 18. Y esto no permite comentarios ligeros. Sólo que nadie hizo semejante comentario...

Me imagino que Carlos Dada nunca consultó con Nacho Castillo y nadie de mis colegas le contó el contexto de la palabras de Munguía Payés, así que esta supuesta amenaza del ministro al periodista, que todo el mundo lo entendía como "¡Cuidadito, no te olvidés de Poveda!", continuó corriendo por el mundo, en una carta de Carlos Dada, y luego en docenas de declaraciones de solidaridad con El Faro...
Al llegar al penal de Ciudad Barrios (y luego al penal de Cojutepeque) y sentarme enfrente de pandilleros para entrevistarlos sobre el comunicado conjunto de ambas pandillas rivales, les dije: "Como periodista no puedo tranquilamente entrevistarlos a ustedes, mientras haya duda si por parte de ustedes existen amenazas contra el Faro, contra Carlos Dada o contra cualquiera que en el debate público diga cosas que a ustedes no les gusta. ¿Existen amenazas de este tipo u órdenes de atentar contra periodistas, sí o no?"

Si los voceros tanto de la MS como de la 18 no me hubieran correspondido con un claro "No", y si no lo hubieran hecho de manera que yo les podía creer: sin vacilar y mirándome en los ojos, yo no hubiera publicado ni una palabra de las entrevistas realizadas con ellos. Es una cuestión de principios: Bajo amenazas, no puede haber entrevistas.


Y así salió esta historia el día siguiente en El Diario de Hoy: Se confirma que el comunicado es auténtico; los pandilleros asumen su autoría y su voluntad de seguir un proceso de desmontaje de la violencia. Además afirman que por parte de las dos pandillas no existen ni existirán amenazas contra periodistas. Eso sí: piden a nosotros, los periodistas, responsabilidad y profesionalidad frente a un tema tan delicado como el intento de las dos pandillas de ponerse de acuerdo sobre el cese de la guerra entre ellas. Como ellos me dijeron: "En el mundo nuestro, mentiras matan".

Tengo entendido que así también "El Diablo", de la MS, se lo dijo a José Luis Sanz, cuando cubrió para El Faro la misa del Nuncio Apostólico en el penal de Ciudad Barrios. Qué bueno que podemos desactivar la alarma, olvidarnos de amenazas, y todos regresar, con más tranquilidad, a nuestro trabajo.
(El Diario de Hoy)

martes, 3 de abril de 2012

Carta a los cabecillas de las pandillas

Realmente no sé cómo dirigirme a ustedes: ‘amigos’ no son, tampoco sé si ‘estimados’ es lo adecuado, ‘señores’ sueña raro, y ‘chavos’ como si quiero quedar bien ustedes...

Entonces, así no más, sin formalidades.

Con varios de ustedes he estado en Ciudad Barrios y Cojutepeque respectivamente, mirándoles en los ojos, y una de las cosas que me ha impactado es que nadie de ustedes me ha quitado la vista ni un segundo.

Fui para comprobar si el comunicado conjunto de las dos pandillas, que anunciaba que querían ser parte de la solución de violencia que tiene patas arriba al país, era auténtico. Ustedes me miraron en los ojos y dijeron que sí, que van en serio...

Fui para saber si además de suspender la guerra entre pandillas ustedes estaban pensando en dar pasos para disminuir la violencia que sufren las comunidades. Ustedes me miraron en los ojos y dijeron que de esto se trataba...

Fui para preguntarles si tenían algún mensaje a los familiares de las víctimas de la violencia le las pandillas. Ustedes me miraron en los ojos y sin vacilar dijeron: Les pedimos perdón. No podemos revivir a nadie, pero podemos evitar que sigan muriendo...

Fui para preguntares si ustedes estaban amenazando a periodistas que escribían cosas que ustedes sintieron fueron mentiras sobre supuestas negociaciones suyas con el gobierno. Me miraron en los ojos y dijeron que dos veces no. Que no había negociación con el gobierno. Y que no había amenazas.

Muchos no les creen nada de esto. Y se entiende. No son precisamente la gente que inspiran confianza. Yo también soy escéptico si todo esto va a funcionar. Pero por lo menos me convencí que ustedes están seriamente buscando una solución. Si la van a encontrar, y si va a funcionar, ¿quién sabe? Depende en parte de las respuestas que les da la sociedad. Por esto es importante escribir sobre este tema y obligar a toda la sociedad que reflexione bien antes de tomar una postura.


Si este experimento de querer reducir la violencia fracasa, que por lo menos no sería porque nadie estaba dispuesto a repensar sus prejuicios.

Yo les dije en los penales que he escrito columnas y cartas bien agresivas contra ustedes. Algunas que tengo que repensar, otras que sostengo. Yo acepto el reto que ustedes nos lanzan de volver a reflexionar con la menta abierta.

Así como hablamos en la cárcel, frente a frente y mirándonos en los ojos, les digo: No nos defrauden. Como ustedes dijeron: Mentiras matan.

Saludos, Paolo Lüers
(Más!/EDH)