martes, 16 de agosto de 2016

Carta a la Asamblea Legislativa: ¡Hagan su trabajo!

Diputados:
Ustedes simplemente no están cumpliendo sus obligaciones. Por culpa de ustedes, otras instituciones del Estado están paralizadas o quedan acéfalas, porque los señores diputados no hacen lo necesario para elegir a los funcionarios que las tienen que dirigir. El caso más escandaloso es el del Consejo Nacional de Judicatura: cinco de sus siete miembros tuvieron que haber sido elegidos en septiembre 2015. Ha pasado un año y no hay señal de que ustedes procedan a terminar la paralización de la institución clave para el funcionamiento del sistema judicial.

La Corte de Cuentas está acéfala, o sea no tiene magistrados, porque ustedes no hicieron caso al plazo para elegirlos. Resulta un doble pecado de incumplimiento: primero, no cumplen varias sentencias previas al volver a elegir a tres magistrados que no cumplen los requisitos constitucionales. Y luego, cuando la Sala los suspende, ustedes se niegan a repetir la elección como la Constitución manda. No sé si es el colmo de incapacidad o el colmo de terquedad.

Ahora ya tenemos una tercera institución acéfala por culpa de ustedes: ya venció el mandato del procurador David Morales y ustedes no han elegido a su sucesor.

Lo mismo pasó al principio del año con la elección del titular de la Fiscalía General de la República. Así que los incumplimientos no son accidentes, son sistema; no son la excepción, son la regla.
Entonces, señores diputados, si no funciona el sistema y si no son funcionales las reglas, ¡cámbienlas! Ustedes son diputados, ustedes son la Asamblea Legislativa: ¡legislen, por el amor de Dios!

En la empresa privada, en la ciencia, en cualquier otra área de la vida profesional, si el sistema o las reglas de procedimiento no funcionan, si reiteradamente no permiten llegar a resultados, simplemente se cambian. En el caso de la Asamblea y las ‘elecciones de segundo grado’ (magistrados de la Corte Suprema de Justicia, de la Corte de Cuentas y del Tribunal Supremo Electoral; titulares de la Fiscalía, de la dos procuradurías; e integrantes del Consejo Nacional de la Judicatura) es un hecho comprobado que no funciona el sistema de identificar y elegir a los funcionarios más idóneos. Repetidas veces la Sala de lo Constitucional ha tenido que corregirles la plana y sustituir a funcionarios electos por ustedes. Repetidas veces, instituciones claves para el funcionamiento del Estado de Derecho han quedado acéfalas o incluso paralizadas. Y como resultado de todo esto, tenemos instituciones débiles, ineptas o incluso corruptas. ¿Por qué creen ustedes que nadie tiene confianza en nuestra Corte de Cuentas y nuestro Tribunal Electoral, y tan poca confianza en la Fiscalía?

Seguir trabajando con un sistema que ya mostró que no funciona es seguir repitiendo el mismo problema, el mismo incumplimiento y los mismos resultados erróneos. Hay que cambiar el sistema y por definición lo tienen que hacer ustedes, los diputados.

Su colega Johnny Wright Sol ya presentó una propuesta, pero hasta la fecha nadie le ha hecho caso. Nadie la está discutiendo. Otra muestra más de la negligencia e irresponsabilidad que reinan en la Asamblea.

Voy a resumir el mensaje: Si no pueden elegir a funcionarios idóneos, cumpliendo con los requisitos y plazos constitucionales, tienen la obligación de cambiar el sistema por uno más eficiente, más participativo y más profesional que permita identificar y elegir a los mejores profesionales.

¡Hagan su trabajo!
Saludos,


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(MAS!/El Diario de Hoy)